Patrón de lectura de las páginas web en forma de F

Fuente: http://www.useit.com/alertbox/reading_pattern.htmlA veces aún me sorprenden algunos sitios web en los que se pretende  imponer diseños extraños en la organización de la información. También lo he comprobado en los interfaces de alguna nueva aplicación para aparatos digitales (sean iPads, iPhones, Smartphones, etc.)
La mayoría de los diseños siguen, por norma, unas pautas de “usabilidad” basadas en los estudios existentes, llevados a cabo por expertos en dicha especialidad, surgida a partir de los estudios de Interacción Máquina-Persona (Human Computer Interaction – HCI), que en los Estados Unidos, tuvo gran importancia en el desarollo en Xerox Parc de Palo Alto, allá por los años 70 del siglo pasado, de lo que fue la interfaz de usuario de los ordenadores AMIGA, luego los MacIntosh y, más tarde, el entorno Windows, desarrollado por Microsoft.
En unos estudios realizados en los Estados Unidos, tuve la suerte de conocer a uno de los “friquis” que entonces participó en el desarrollo embrionario de aquella nueva interfaz que se oponía a la pantalla de ordenador negra con carácteres verdes y, en la cual el usuario se comunicaba con el ordenador a través de teclas función o con códigos alfanuméricos para darle ordenes. La forma como se construyeron las interfaces, según me explicó, era totalmente colectiva y llena de análisis y contra análisis de los resultados. Sólo así se podía estar seguro que unos cambios tan radicales podrían tener éxito. Había que trasladar las interfaces reales al mundo digital.
No hay que decir que la interfaz de los Mac o de Windows fué un avance tan importante que consiguió implantarse, y facilitó la expansión de la informática fuera de los entornos más tecnológicos, para convertirse, primero como sustituto de la máquina de escribir, hasta llegar a ser una herramienta de comunicación e intercambio de información y conocimiento.

Parece, a pesar de lo dicho, que existe la tentación de algunos diseñadores digitales por buscar nuevas formas de comunicación, que, en muchos casos persiguen, principalmente distinguirse de los demás.
Al igual que nuestro lenguaje, que, si bien evoluciona incorporando vocablos de otras lenguas o incorporando de nuevos, incluso creando nuevos giros y nuevas expresiones, ha cambiado muy poco en los últimos 500 años; la comunicación visual también tiene unas reglas (muy ligadas a la lectura) que han cambiado poco en mucho tiempo. Solo hay que ver los libros de la época de Gutenberg y los actuales (incluso son poquísimos los cambios si los comparamos con los incunables escritos en los monasterios medievales). Por norma, en occidente leemos de izquierda a derecha y en oriente, especialmente en las regiones de influencia árabe, lo hace de derecha a Izquierda y en el extremo oriente, desde Japón, China, Corea, etc., la lectura se realiza, en algunos casos, también, de arriba a abajo, además de hacerlo de izquierda a derecha.
En este sentido, tuve la ocasión, hace unos días de leer un post sobre un estudio realizado, mediante la técnica del “eye tracking” (seguimiento del movimiento del ojo) ya hace unos años sobre la forma como los usuarios leen las páginas web.
Lo más curiosos es que consigue ser más preciso que lo que se consideraba como la forma más común de lectura (en forma de Z, empezando por arriba a la izquierda, todo a lo largo del primer párrafo y luego descendiendo en diagonal de derecha a izquierda hasta el último párrafo que también se lee de izquierda a derecha).
El estudio al que hago referencia decía que se había comprobado que la forma como se mueva el ojo en la página es más bien una forma de F mayúscula. Los pasos que describe el artículo son:

  • Users first read in a horizontal movement, usually across the upper part of the content area. This initial element forms the F’s top bar.
  • Next, users move down the page a bit and then read across in a second horizontal movement that typically covers a shorter area than the previous movement. This additional element forms the F’s lower bar.
  • Finally, users scan the content’s left side in a vertical movement. Sometimes this is a fairly slow and systematic scan that appears as a solid stripe on an eyetracking heatmap. Other times users move faster, creating a spottier heatmap. This last element forms the F’s stem.

Si nos fijamos, aún la gran mayoría de webs y de aplicaciones informáticas siguen los principios que facilitan la lectura según éstos parámetros, pero también veremos que hay interfaces que no lo hacen.

Existe aún bastante terreno por investigar en cuanto a aprovechar algunos puntos muertos de este recorrido del ojo, que los diseñadores podrían utilizar para introducir información de diferente rango o valor, y permitir diferentes lecturas, en función de la intensidad del lector en volver a leer las páginas, sobretodo en aquellas que reciben visitas frecuentes de los mismos usuarios.

Sólo pretendía abrir un espacio de reflexión sobre un tema, el de la usabilidad, que hoy parece totalmente normalizado, y que , sin embargo, no puede obviarse ni darse por resuelto, ya que la creciente invasión de nuestra vida comunicativa de interfaces con aparatos digitales, nos obliga a pensar nuevas formas de mejorar la comunicación, para ganar tiempo, incrementar la capacidad comunicativa y mejorar la eficiencia informativa.

About Oriol

Professor dels Estudis d'Economia i Empresa de la UOC Lecturer of the Department of Economics and Business Administration Universitat Oberta de Catalunya - Barcelona- Spain
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